El paisaje de Sant Sadurní es eminentemente vitícola y está repleto de esencias mediterráneas. Recorriéndolo se puede disfrutar del encanto de sus viñedos y sus pinares, de sus magníficos ejemplares de robles y olivos, y del perfume de la retama y el romero.

Otros atractivos que vale la pena descubrir son, por ejemplo, la magnífica prensa de viga de la plaza Santiago Rusiñol construida entre los siglos XVII-XVIII. Fue utilizada para prensar uva en el buque de madera, y aceite y enjambres de abejas en el de piedra. Esta herramienta, tan común y doméstica en siglos pasados, se ha convertido ahora en un monumento, punto de admiración y belleza, que nos sirve para recordar el pasado y para rendir homenaje a todos los campesinos que conrearon la viña, de la cual proviene el Sant Sadurní actual.

En las afueras se distingue Can Ferrer del Mas, construcción de estilo árabe situada en un pequeño cerro visible desde muchos puntos del pueblo. Su origen proviene de la familia Ferrer del Mas, documentada desde el s. XVI. Josep Boada Romeu, un comerciante que se había enriquecido con negocios en el norte de África, compró Can Ferrer del Mas a principios del s. XX. Para atender las visitas que notables moriscos le harían, y como detalle, decoró la casa al estilo que a ellos les era familiar. De ahí la ornamentación árabe de la parte exterior del edificio, por dentro la estructura de la casa y la distribución son similares a las de cualquier casa solariega catalana.

El lago de Can Codorníu es un espacio natural de unos dos kilómetros de perímetro. Es propiedad de las cavas Raventós i Blanc y es un lugar muy agradable para pasear durante todo el año. La vegetación del entorno es mediterránea: retamas, pino blanco, robles, encinas, fresnos, chopos.

En el barrio de Espiells, cerca de la ermita prerománica de Sant Benet, a diez minutos andando se llega a la Miranda de Espiells, un pequeño cerro de unos 215 m de altitud, donde hasta hace poco había una necrópolis posiblemente de la época de la baja edad media. Recientemente se ha restaurado el mirador y se han puesto mesas para quien quiera pasar allí un rato tranquilo con vistas de los viñedos.